“Nací en la muerte del día.
Como un arrebato del viento
No fue la sangre, sino la tierra quien me sostuvo...
Me busco en los espejos… Nada
Una pequeña brasa de fuego
Tizne sobre la arena blanca...
Soy la herida del mundo
El sueño de un tiempo
Sin rostro
Nada, más que un pedazo de la noche”...
K. Hurtado
Viuda negra es un lamento en solitario. Es una sombra que engulle la melancólica ausencia del otro; que teje en un rincón la historia de las intermitentes emociones, de los encuentros, de las decepciones de vivir. Es un discurso universal acerca de uno de los temores más profundos del ser humano: la insoportable y maravillosa soledad.
Este es un experimento escénico que combina distintos lenguajes: Teatro actoral, teatro de títeres y objetos, arte audiovisual y arte sonoro.