La obra revisa los motivos que animaron a Jacinto Canek (un joven guerrero maya) a sublevarse contra los hacendados yucatecos. Está centrada en la amistad que establece el luchador social con el niño Guy, descendiente de los hacendados.
Canek manifiesta con gran dignidad su espíritu rebelde contra las injusticias hacia su pueblo, orgulloso heredero del legado cultural de los mayas. Los detalles narrativos del montaje hacen reflexionar sobre la injusticia social en la que viven las comunidades indígenas en nuestro país, sin dejar de lado la poesía contenida en el trabajo de Ermilo Abreu.